lunes, 5 de enero de 2009

Denuncian venden estimulantes sexuales en colmadones y bares <<< ESO NO ES NUEVO, PERO NO DEJA DE SER PREOCUPANTE>>>>

SANTIAGO.- Una gran variedad de estimulantes sexuales se venden en colmados, colmadones, cafeterías, bares, prostíbulos y hasta buhoneros de las calles incursionan en este negocio, situación que está preocupando a médicos y dueños de farmacias.

Algunos propietarios de los establecimientos donde se expenden esos fármacos, dijeron que han optado por incursionar en la venta de los mismos, debido a la gran demanda que tienen.

Sin embargo, el ex presidente de la Asociación de Dueños de Farmacias de Santiago, Tony Grullón, no cree que estén vendiendo estimulantes al granel, al tiempo de precisar que sólo las farmacias están autorizadas por ley a venderlos. Entiende que se deben tomar medidas sobre el particular en caso de que sea cierto.

Peligro para la salud


De su lado, el urologo Fausto López aseguró que muchos jóvenes tienen por moda ligar esos estimulantes sexuales con alcohol y energizantes, lo que representa un peligro para su salud inmediata y futura, ya que podrían convertirse a en adictos.

Empero, Rafael Almonte, propietario de un colmadón ubicado en el sector de Pekín, informó que de lunes a jueves vende diario una y media y dos cajas, pero los viernes, sábado y domingo logra vender hasta 500 y más unidades.

“Los estimulantes sexuales y las bebidas alcohólicas es lo que más se vende en estos tipos de negocios y por eso yo seguiré vendiendo, porque hay distribuidores que nos los traen y nos colocan márgenes de beneficios buenos”, dijo el comerciante.

Nuevas marcas


Mientras, el farmacéutico Richard Camilo dijo que cada día más surgen nuevas marcas de pastillas que mejoran la erección de los hombres y a eso se debe que la demanda sea cada vez más creciente.

Camilo, quien labora para una reconocida farmacia ubicada en la calle Pedro Franco Bidó, próximo al Hospital Regional José María Cabral y Báez, comentó que los consumidores son hombres de todas las edades.

Indicó que anteriormente la mayoría de los hombres que compraban los estimulantes sexuales eran con edades comprendidas entre los 20 a 50 años, pero ahora también los están comprando otros con más edad.

Informó que no está de acuerdo con que colmadones, cafeterías, pulperías y hasta buhoneros vendan esos fármacos sin control.

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